En algunos estados de México, como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche y Yucatán, se le llama tomate tanto al jitomate ‘fruto redondo de color rojo y piel lustrosa, muy utilizado para preparar variados platillos y salsas’, como al tomate ‘fruto redondo verde o amarillento, lustroso, algo ácido, con cáscara quebradiza, no comestible’. En cambio, en otros estados, como en Chihuahua, se le llama tomate al fruto de color rojo y tomatillo al fruto de color verde.
Para desambiguar la referencia de estos frutos, en algunas regiones se emplea para el fruto rojo: tomate rojo, tomate grande y, para algunas variedades, tomate bola, tomate ombligo. Mientras que el fruto verde es llamado: tomate verde, tomate chico, tomate de bolita y tomate de cáscara.
En nuestra opinión, la confusión entre tomate y jitomate puede explicarse tanto por su cercanía etimológica como fonética, pues jitomate es una voz derivada de tomate: xic-tómatl, de xictli, ‘ombligo’ y tómatl, ‘tomate’, cuanto por antonomasia de llamar tomate a cualquier fruto de una tomatera. Como se observa, ya desde el náhuatl, el jitomate era considerado una variedad de tomate.