¿Qué onda? al igual que muchas frases formadas con la palabra onda (agarra la onda, estar fuera de onda, cuál es la onda¸ ser bueno(a)/mala onda)— son creaciones propias del lenguaje oral coloquial, por lo que su origen es incierto. En textos escritos, empieza a utilizarse desde mediados del siglo XX por los escritores mexicanos de la llamada Literatura de la Onda, que plasmaban un lenguaje más popular y propio de los jóvenes de esa época. Ignacio Trejo Fuentes en su artículo “La literatura de la onda y sus repercusiones”, en Tema y variaciones de literatura (México: UAM, 2014), señala que “los jóvenes, especialmente los capitalinos de la década de los sesenta usaron como muletilla la palabra onda en diferentes expresiones para referirse a cierta pertenencia, a un estatus determinado, a algún estado de ánimo o a la correspondencia con una frecuencia”, como estar en sintonía con alguien o con algo. Así, es posible que uno de los orígenes de la palabra onda y las frases con esta voz hayan surgido de la relación metafórica entre el significado de onda en el ámbito científico, ‘movimiento periódico que se propaga en un medio físico o en el vacío’ [Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española (Madrid: Espasa Calpe, 2014)], y el sentido que se le quería dar a los usos de esta palabra en un movimiento cultural específico, como señala Margo Glantz en su texto “La onda diez años después: ¿epitafio o revalorización?” (México: Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias/Universidad Veracruzana, 1976):
[…] la onda se maneja como un elemento sonoro y la utilización del término que se aplica a un tipo de literatura hecha por jóvenes que están en una onda musical específica, la del rock, nos lleva a una construcción en la que lo improvisado está dentro del orden de la variación temática que surge como improvisación clásica dentro del jazz o el rock […].