Alí Chumacero (Nayarit, 1918 - Ciudad de México, 2010), poeta, ensayista y editor, fue recordado en el homenaje solemne con motivo de su centenario de natalicio que le rindió la Academia Mexicana de la Lengua en el Foro Polivalente de la Ciudadela de los Libros, en la Biblioteca José Vasconcelos.
El acto fue presidido por Jaime Labastida, director de la corporación, y contó con las intervenciones de Felipe Garrido y Vicente Quirarte.
Jaime Lastida destacó la presencia de la familia de Chumacero, así como del gobernador de Nayarit, Antonio Echeverría Domínguez. El también poeta y filósofo disertó sobre la poética de Chumacero, describiendo sus características principales: brevedad, intensidad y claridad, al servicio de tensiones constantes entre el amor y la muerte, el júbilo y la tristeza y el silencio y el olvido.
Apuntó que entre entre los poetas mexicanos, Chumacero abrevó especialmente de la obra de Xavier Villaurrutia y Gilberto Owen, y de Jorge Guillén y Luis Cernuda en el ámbito hispanoamericano.
Por su parte, Felipe Garrido destacó la labor de varias décadas de Alí Chumacero como editor y gerente de producción del Fondo de Cultura Económica, y responsable de la colección SEP Setentas. Garrido reveló que la tipografía y la edición se remontan en la vida del poeta, a quien reconoció como su maestro, a la revista El Hijo Pródigo y posteriormente Tierra Nueva, alentada por Alfonso Reyes, y llevada a cabo en colaboración de sus amigos más cercanos, Jorge González Durán y José Luis Martínez. Lo describió como "un hombre sabio que sabía gozar de la vida".
Por último, Vicente Quirarte indicó la importancia que en la poesía de Chumacero tuvieron dos lecturas constantes: la Biblia y T. S. Eliot. También compartió anécdotas que mostraron la personalidad del poeta, jovial, bromista y responsable a la hora de hacer libros.
El acto concluyó con la reproducción de un audio de Alí Chumacero leyendo su "Poema de amorosa raíz".
