El escritor y académico Felipe Garrido (Guadalajara, Jalisco, 1942) fue homenajeado ayer martes 13 en el Palacio de Bellas Artes.
Colegas, alumnos y amigos se reunieron para acompañar al escritor en el acto organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, que contó con la presencia y exposiciones de los escritores Ricardo Ancira y Mónica Lavín.
En su intervención, Ancira recordó que la prolija producción de Felipe Garrido abarca 18 volúmenes de narrativa, 17 títulos infantiles y juveniles, 15 traducciones literarias, 19 libros editados para primaria y secundaria y 7 libros de fomento a la lectura, además de una obra poética "íntima y familiar". Resaltó también que entre los maestros de juventud de Garrido en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se hallaban Julio Torri, María del Carmen Millán y Luis Rius.
Por su parte, Mónica Lavín reconoció en Garrido una trayectoria marcada por el afán de "desparramar el bienestar" desde sus diversas actividades como escritor, editor, traductor, funcionario o promotor de la lectura. Asimismo, expresó que, como el Quijote, la carrera de Felipe Garrido ha tenido como eje "desfazer entuertos", en este caso, "de la invalidez lectora en México".
A su turno, Felipe Garrido se mostró agradecido y reconoció que su experiencia a lo largo de diversos cargos en los sectores de educación y cultura le han dotado de un panorama sobre las dificultades que la lectura encuentra en nuestro medio. "No basta -dijo- tener un 93% de población alfabetizada, si ésta no sabe comprender lo que lee y si no es capaz, a su vez, de escribir".
Finalmente, la charla versó sobre la poesía, de la que el escritor jalisciense dijo que es "la culminación de lo que podemos hacer con el lenguaje", y que por lo tanto, "todos deberían acercarse a ella, independientemente de su profesión".
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