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Miércoles, 28 de mayo de 2014

Para el escritor, editor, crítico y académico Adolfo Castañón la obra poética de Octavio Paz resiste el fuego de los homenajes y no se desgasta tan fácil ni tan sencillamente. El autor de La Campana y el Tiempo inauguró el pasado domingo la Cátedra Alejo Carpentier, en el marco de la Feria Internacional del Libro en Arteaga (FILA).

Estudioso de la obra del Nobel mexicano, Castañón destaca la vigencia de libros como Piedra de SolLadera Este o Salamandra.

“La obra literaria de Octavio Paz tiene ecos, resonancias, capacidad de inspiración hacia las nuevas generaciones porque es portadora de distintas experiencias. La obra de Paz es una experiencia que está representada en distintas escrituras, la escritura de Piedra de Sol, de Salamandra, de Ladera Este, o la escritura de las traducciones. Y toda esa convivencia le da a la obra de Paz una vitalidad muy singular.

“Una de las razones, diría yo superficiales de la perdurabilidad de la obra poética de Paz, tiene que ver con su capacidad de concentración, tanto de la tradición, como es el caso de 'Piedra de Sol', donde se encuentran ecos de Lope de Vega, de Quevedo, de Góngora y de la propia poesía hispanoamericana, como de la poesía del mundo a través de sus traducciones y a través de su propia obra poética”, precisa el escritor.

Castañón señala que el amor es esencial en la obra de Paz, pero destaca el talento y la limpieza con el que aborda el tema, de tal suerte que dio forma a textos que no sólo perduran en la mente de investigadores y maestros de literatura, sino que atraen a jóvenes lectores.

“Una de las experiencias que está centralmente inscrita en la obra de Paz es desde luego la experiencia del amor, que es en cierto modo incendiaria porque no es una experiencia genésica, o complaciente con las instituciones familiares, es una experiencia que colinda con lo religioso, con lo místico, con lo revolucionario. Eso le da a la obra de Paz una especie de irradiación hacia los lectores, que les permite cruzar, por así decirlo, hacia otros campos, hacia otras tradiciones como el surrealismo o el romanticismo. 

“Yo pienso que una de las lecciones de la escritura poética de Octavio Paz tiene que ver con su limpieza, con su concentración, con su exigencia, con su dureza, y eso hace que algunos de sus poemas viajen en el tiempo y entre las lenguas”.

La tentación experimental

Algunos críticos señalan que la obra poética de Octavio Paz responde a dos épocas. En la primera, e escritor nacido en Mixcoac abreva en las emociones, dando forma a textos más cercanos a los lectores; mientras que en la segunda, el escritor ofrece obras más experimentales, que tienen en la lengua a su principal protagonista. Castañón no está completamente de acuerdo con esta asevaración, y señala que es necesario matizarla.

“Ciertamente que hay un momento en que la obra de Octavio Paz, sobre todo en torno a los años 60, atraviesa por la tentación de los juegos combinatorios, aleatorios, los topoemas. Esto se manifiesta en 'Blanco', que es una inspiración formal, lúdica, pero también es una forma de expresión que está como dictada por la necesidad de experimentar con el lenguaje, pero experimentar con el lenguaje no es hacerlo afuera, sino adentro; es experimentar dentro de sí mismo. 

“Diría que un poema como 'Blanco', que es el ejemplo sumo de la escritura poética abstracta, no se puede entender bien si no se le pone en el horizonte de otros proyectos semejantes, y en ese contexto yo pondría la persona, la obra y la escritura del músico John Cage, que en un libro que se llama Silence, que conocía Paz por supuesto, hay un poema que tiene que ver con esta expresión de los formatos aleatorios. La obra de Cage invitó a Paz a realizar esta praxis de lo aleatorio como un capítulo posterior, más allá de esa primera parte confidencial, intimista. En ese sentido creo que hay una continuidad”, refiere.

Y ese ir y venir entre distintos tópicos, y escritos, poéticos se puede advertir a lo largo de la obra de Octavio Paz, señala Castañón. 

“En el sístole y diástole de la escritura poética de Paz hay una diástole prosódica en 'Piedra de Sol', seguida de una sístole compacta como se puede ver en poemas de Salamandra, y de nuevo una diástole que vamos a ver en Blanco, y luego una sístole que se refleja en 'Árbol Adentro'. Y todos estos son pruebas de que Paz estaba siempre muy atento a no perder la juventud, y eso tiene que ver con no perder el riesgo, con no temer hacer cosas que pueden salir mal”.

Acercarse al poema

En 2014 se conmemora el centenario del único Premio Nobel de Literatura en México. Por esta razón, homenajes, charlas, conferencias y exposiciones han llenado las carteleras culturales del país. Una ocasión propicia para acercar a los jóvenes a su obra.

“Octavio Paz escribió durante mucho tiempo, entonces hay una generación de escritores que vieron nacer 'Piedra de Sol' y después hubo otra generación de escritores, la mía, que le tocó empezar a leer a Octavio Paz por Ladera Este y por Posdata.

“Yo le diría a los jóvenes, a los profesores, y quizá también a los políticos, que el mejor libro para iniciarse en la lectura de Octavio Paz es Posdata, porque no es un libro sobre el 68, sino que es un libro sobre los finales de México en el siglo 20, en ese sentido diría que es un libro profético en el cual todavía estamos”, concluye.

Para leer la nota original, visite: http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/octavio-paz-inspira-a-nuevas-generaciones-1401198787


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