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El filósofo español Fernando Savater recibió ayer, en El Colegio Nacional, el Premio Internacional de Poesía y Ensayo que lleva el nombre del poeta mexicano.

Para el historiador Enrique Krauze, el filósofo español Fernando Savater es el pesimista más feliz que ha conocido. Para Marie-Jo Paz es un amigo entrañable que sorprendió al poeta Octavio Paz con su inteligencia y con sus extravagantes camisas floreadas. Y para Emilio Chuayffet, secretario de Educación Pública, es el pensador que ha demostrado que no se puede ser cobarde cuando se trata de educar.

Así lo definieron en la entrega del Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz, en una ceremonia que se desarrolló la noche de ayer en El Colegio Nacional.

Tras las palabras de los anfitriones de la noche, el autor español de Ética para Amador expresó: “México ha marcado mi vida para siempre, tengo el corazón partido en dos, España y México. Winston Churchill decía que las condecoraciones no deben rechazarse, pero tampoco hay que lucirlas. Para mí, el verdadero premio que yo recibí fue la amistad de Octavio Paz, este galardón es el reflejo de esa gran amistad que he mantenido con tantos mexicanos y con el gran poeta”.

El premio, que fue concedido en noviembre pasado por la Fundación Amigos de Octavio Paz –presidida por Marie-Jo Paz, viuda del escritor– este año cumple su décima edición. Aunque la ceremonia de premiación estaba prevista para el 31 de marzo pasado, fecha en el que se conmemora el nacimiento del poeta mexicano, se pospuso para ayer, en su 15 aniversario luctuoso.

Ante los asistentes, la viuda del poeta recordó que han pasado tres lustros de la desaparición física de su esposo. “Han pasado 15 años sin Octavio Paz, que perduren muchos años más con Octavio Paz”.

En un breve mensaje, la viuda del Premio Nobel de Literatura 1990 indicó que Savater fue un joven lleno de vida que logró atrapar la atención de Paz. “¿Eran tus coloridos lentes fluorescentes o era tu mirada?”, dijo, lo que provocó la carcajada del filósofo.

Por su parte, el titular de la SEP dijo que educar es creer en la perceptibilidad humana. “Los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros, Fernando Savater nos ha enseñado que para educar se necesita coraje, cualquier cobardía es inaceptable cuando se trata de la formación de las personas”.

Chuayffet añadió que en términos educativos otras administraciones heredaron problemas pero que el actual gobierno propondrá soluciones puestas ya en la Reforma Educativa del presidente Enrique Peña Nieto, la cual, dijo, es una vertiente de coraje y de optimismo que necesita el país.

También sostuvo que el oficio del escritor liberal no es tarea fácil. “Nunca lo ha sido la defensa de la libertad, se requiere de una dosis de heroismo. A veces requiere que se escriba más con el escalpelo que con la pluma. Este premio reconoce esa aspiración por la congruencia dolorosa pero necesaria, de ese ‘Arte de desagradar’. Semejanza que hermana a Octavio Paz con Fernando Savater”.

En la décima edición del premio, dotado con 100 mil dólares, el jurado estuvo integrado por el historiador Enrique Krauze, el crítico Christopher Domínguez Michael, la poeta Ida Vitale, el escritor Hugo Hiriart y el ensayista y poeta mexicano Aurelio Asiain, quienes le otorgaron Savater el reconocimiento por “su trayectoria intelectual y cívica”.

Krauze, quien fungió como presidente del jurado del galardón, recordó que Fernando Savater es "algo más que uno de los filósofos más característicos de nuestro tiempo”.

Y agregó que su quehacer filosófico ha estado regido por la búsqueda de la verdad, de la felicidad y por el amor a la lengua, que se ha visto reflejado en toda su obra literaria.

El autor español “es una conciencia moral imprescindible, una referencia esencial en el combate contra el nacionalismo en todas sus variantes, los fanatismos de la identidad y el clericalismo”, añadió Krauze.

Al evento también acudieron el músico Carlos Prieto, los escritores Juan Villoro, Alberto Ruy Sánchez, Adolfo Castañón, y el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.

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