¿Cuántos querrían aprender náhuatl?, inquiere León-Portilla en Coyoacán

Jueves, 08 de mayo de 2014

¿Cuántos querrían aprender náhuatl?, inquiere León-Portilla en Coyoacán Foto: Fuente: La Jornada.
Foto: María Veléndres Parada / La Jornada

Hoy la humanidad corre un peligro terrible: que acabemos con la diversidad biológica, lanzó ayer una advertencia el maestro Miguel León-Portilla al inaugurar la Casa de los Pueblos y Barrios Originarios de Coyoacán.

Minutos después de abandonar el inmueble que lleva su nombre, ocurrió el temblor.

Con la contaminación mueren muchos animales, muchas plantas desaparecen y eso a la larga trae consecuencias funestas, puede de repente cambiar el clima y que la Tierra se vuelva muy poco habitable. No quiero ser catastrofista, pero es verdad.

El historiador y lingüista, de 88 años de edad, recibió un homenaje en el barrio de Los Reyes, donde además de inaugurar la casa dedicada a la tradición y la cultura, le fue entregada una reproducción del Códice de Coyoacán de la Matrícula de Tributos y se repartió entre la comunidad la primera edición de un facsímil sobre el inédito documento indígena que fue encontrado por León-Portilla en un archivo en España.

Luego develó la placa oficial en el nuevo edificio, decorado en el exterior con glifos y con la inscripción: Coyoahuacan, lugar de los que tienen o poseen coyotes, donde anunció que actualmente trabaja en la edición de un mapa muy antiguo de la ciudad de México, que incluye a Coyoacán, el cual será publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Fondo de Cultura Económica con el título Mapa de México-Tenochtitlán hacia 1550.

Lugar pluricultural

Vivo en la Villa de Coyoacán, en el barrio de la Conchita, dijo León-Portilla y enseguida provocó un aplauso de sus compatriotas, como dijo. Miren, me dedico sobre todo a la historia indígena y tengo documentos de Coyoacán en el siglo octavo, cuando esto pertenecía a Azcapotzalco, con los tepanecas, pero ya desde aquella época Coyoacán era un lugar plurilingüístico y pluricultural, explicó mientras el sonido de las bocinas acallaba la protesta de una mujer que sostenía un cartel contra el jefe delegacional y que de manera instantánea fue rodeada por trabajadores de la demarcación.

A ver, ¿cuántos de ustedes querrían estudiar náhuatl?, preguntó. ¡Yo!, se levantaron por centenares las manos, bajo una lona instalada en la calle, cerrada al tránsito, como en las fiestas patronales. En respuesta, León-Portilla señaló: ¡Qué bueno! Aunque ya saben algo de náhuatl porque dicen chilaquiles, totopos, pinole, aguacate, tepalcate, chiquihuite, chipotle, etcétera. Sabemos los mexicanos, normalmente, más de 500 palabras de náhuatl.

Al entrar a la Casa de los Pueblos y Barrios Originarios Dr. Miguel León-Portilla, el códice reproducido en gran formato recibe al visitante. La Matrícula de Tributos, explicó el estudioso de la historia indígena, según la lectura que se realiza de abajo hacia arriba, lo que hace es fijar el monto de los objetos y cantidades a pagar con glifos para indicar las monedas.

En el margen tienen textos que dicen: en la tasación que hizo el regidor tal se fijó tal monto, después el pueblo protestó y, acotó León-Portilla, “como acabo de ver yo, estos vecinos que no estaban de acuerdo por la construcción de una unidad habitacional.

Recuerden, dijo: El que porfía, mata venado, entonces hay que porfiar en la vida, aconsejó.

Para leer la nota original, visite: http://www.jornada.unam.mx/2014/05/09/cultura/a05n1cul


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