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Ovidio a los alumnos de primaria y del cual dice García Márquez que
fervor por la palabra escrita era una urdimbre de respeto solemne e irr
rencia comadrera”.
La Secretaría de Educación Pública editó otras colecciones: de Trat
y Manuales, que hasta julio de 1923 comprendía seis títulos. Entre ello
Tratado de dibujo
, de Adolfo Best Maugard y el primero –y único– tom
los
Principios críticos del virreinato de la Nueva España
, de Agustín Rive
La de Textos para la Escuela Primaria, que incluía, entre otros título
Historia patria
, de Justo Sierra.
Y los Folletos de Divulgación, donde aparecieron lo mismo
Las cactá
en México
, de Isaac Ochoterena, un libro profusamente ilustrado que
2.50 pesos, que el
Silabario
, de Rafael Ramírez, que se vendía en 10 ce
vos. Los clásicos valían un peso.
Algunos editores dijeron que el Estado competía deslealmente con
–lo siguen diciendo–. Vasconcelos contestó que sus ediciones forma
lectores y que eso iría en beneficio de los editores. Hoy no hay quien sos
ga esa respuesta, que sigue siendo verdadera. A partir de 2001, la Secret
de Educación Pública dejó de producir libros que no sean los de tex
abandonó el país a las fuerzas del mercado. Que los gobiernos, en gen
hayan renunciado a su tarea rectora, ahora lo sabemos, es la causa centra
la crisis económica que padece el mundo. (Por otra parte, no se olvide
Vasconcelos también compró enormes cantidades de libros a los edit
privados).
Hubo dos libros más, que aparecieron después de que Vasconcelos de
Secretaría, pero que se prepararon durante su gestión:
Lecturas clásicas
mujeres
, compilado por Gabriela Mistral, y
Lecturas clásicas para niños.
La población masculina había sido diezmada. Vasconcelos abrió el
gisterio a las mujeres –antes se habían ocupado sólo de los jardines de
ños– y eso, por primera vez, les permitió tener una función important
la vida política del país.
Lecturas clásicas para mujeres
buscaba orientar a
maestras, en quienes exaltó ante todo las virtudes maternales. Es pos
que ahora no se vea como un libro progresista, pero en su tiempo lo fu
Los dos tomos de
Lecturas clásicas para niños
son uno de los más her
sos libros que se han producido en México. Se quería ofrecer un manua