El investigador emérito del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Miguel León Portilla, recibió esta noche el Reconocimiento Amalia Solórzano.
Se hacen acreedoras a este galardón, que es otorgado por el Centro Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano, personas o instituciones "que se hayan distinguido por su trabajo y actividad en favor de la independencia nacional, la defensa de la soberanía de los pueblos, el mejoramiento de los pueblos indígenas, la paz, la lucha contra la marginación y las exclusiones sociales, los derechos humanos, la integración latinoamericana, la educación, la ciencia y/o la cultura".
En una ceremonia efectuada en el Palacio de Minería de la UNAM, Miguel León Portilla agradeció la distinción y aprovechó la oportunidad para rendir homenaje tanto al general y ex presidente Lázaro Cárdenas del Río por el gran legado que sus acciones dejaron al país, como a su esposa, Amalia Solórzano, por estar siempre en apoyo y a lado de su marido.
Ante los miembros del consejo del Reconocimiento, entre ellos el hijo del general, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; el rector de la UNAM, José Narro Robles; el director general del Instituto Politécnico Nacional, Enrique Fernández Fassnacht; el académico Adolfo Gilly, entre otros, el historiador y filósofo del IIH delineó cinco puntos por los que la figura de Cárdenas es digna de "un merecido reconocimiento": apoyó, auxilió y devolvió sus tierras y aguas a los pueblos indígenas -comunidades en las que León Portilla ha centrado gran parte de sus investigaciones-; acogió a los españoles republicanos que salieron huyendo de la guerra civil como de la dictadura de Francisco Franco, con lo que México implementó una tradición de política exterior para recibir a miles de refugiados de otros países.
Concretó además, subrayó el homenajeado, la expropiación petrolera, "que es un símbolo para la historia de México. Que le devolvió al país lo suyo y fue una reafirmación de la soberanía nacional. Y cualquier cosa que atente contra ello es muy peligrosa".
Las otras dos aportaciones del ex presidente Cárdenas, siguió León Portilla, son: que fue un fundador de instituciones, como los institutos Nacional de Antropología e Historia y Politécnico Nacional, que han realizado grandes aportaciones para la cultura y educación del país; y su interés por dos territorios que en su época como presidente (1934-1940) enfrentaban dificultades, la parte oriental de la península de Yucatán, lo que hoy es el estado de Quintana Roo, al que recreó como territorio, y el poblamiento y unión con el país de la península de la Baja California, que entonces no llegaba ni a 100 mil habitantes y corría un alto riesgo de ser invadida por los Estados Unidos.
Por todo ello, León Portilla usó como pretexto la ceremonia en la que fue galardonado con este reconocimiento, que se entregó por primera ocasión en 2011 al ex presidente de Brasil, Luiz Inacio "Lula" Da Silva, para homenajear al general Cárdenas a quien definió como "un gran estadista".
Al presentar el premio, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano informó que el reconocimiento se otorga a "personas o instituciones que se hayan distinguido por su trabajo y actividad en favor de la independencia nacional, la defensa de la soberanía de los pueblos, el mejoramiento de los pueblos indígenas, la paz, la lucha contra la marginación y las exclusiones sociales, los derechos humanos, la integración latinoamericana, la educación, la ciencia y/o la cultura".
En ese sentido, subrayó, Miguel León Portilla representa todas las causas por las que el premio se concede.
Se trata -apuntó- de una escultura del maestro ganriel Orozco que representa la semilla de un árbol, La Parota, que tiene presencia en México como en casi todos los países de América Latina. "Significa la presencia de todo nuestro continente".
Al tomar la palabra, el rector de la UNAM aseveró que el homenajeado es "uno de los intelectuales mexicanos más distinguidos, un académico extraordinario y un universitario muy especial".
Para Narro Robles, León Portilla, quien es autor de innumerables libros como La Visión de los Vencidos, forma parte de la conciencia crítica nacional, de la ética colectiva que nos recuerda que los pasivos (del país) con los pueblos indígenas no los hemos saldado".
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