–¡Me dejaron sola! A todos se los llevaron. No sé cómo a mí no me pepenaron. Si por ahí andaba, igual que todos, y yo ni siquiera corrí, ni fui a esconderme, ni nada, y las camionetas nos aluzaban recio. Con los faros y con las luces que llevan para lamparear a los conejos. Yo los vi venir. Primero los oí, porque me había salido. Los demás estaban dentro, bailando, con la música a todo lo que daba. Venían dando tumbos porque el camino es malo. Y antes de que me levantara del tronco en que estaba sentada ya estaban allí gritando maldiciones, tirando bala. Los agarraron de las greñas, de las piernas, de las ropas, y a empujones, a patadas, a culatazos los subieron a las cajas. No les costó trabajo porque todos estaban borrachos. Y enseguida se fueron. Me dejaron sola.
–Ya, Sofía, tranquila. Estabas dormida. Fue sólo un sueño. Ya déjalo. Acuérdate de cuando sueñas bonito.
Donceles #66, Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, 06010.
(+52)55 5208 2526 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.