Poema del día

Siete poemas para esta semana. Selección de Felipe Garrido

Lunes, 26 de Agosto de 2019
Por: Felipe Garrido

Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.

 

Lunes

El arte del hacer

El espacio es un lugar practicado.
Michel de Certeau

I
Telar de cintura,
átame con tu hebra
incandescente,
bórdame tu raíz.

II
Teje mi epidermis
a los poros erectos,
mientras lunares sin rostro
amarran pestañas tras el ojal.

III
Es tu ombligo,
materia teñida en cazuela,
provocación terca
de sombra en punto de cruz.

IV
Reposa tu trazo textil
en la cuenca plateada
que cuelga al índigo festón
del retazo de matriz.

V
Lana, ausencia del carnero
¡raya mi espalda!
donde yace tu trenza,
entintada arteria de hilaza.

VI
Corazón, hilo de hamaca:
costura mi flor.
Que tu pelvis apriete el corsé
que enhebre mis senos al sol.

VII
Faja de enredo,
¡cose tus bucles a mí!
Que brote listón de Agosto
del borrascoso latido satín

Rosa Vázquez Jiménez (1989)
“Túnel de barro”,
en Astilo, antología poética. Selección
de Óscar Oliva y Julio Solís. Cultura,
Dirección de Publicaciones del Coneculta
Chiapas, Guadalajara, 2017

Martes

Cómo desnudar a una mujer con un saxofón

No es fácil.
         El aire que sale del estómago
debe traer
la sal del mar.
Las yemas de los dedos
deben hablar
de palmeras
de membrana a surco
o de soles que trabajan
de noche.
Los sonidos,
agua y metal
casi vena,
deben confundir
oído y hombro,
y descender
hasta las rodillas
con la misma suavidad
de quien maneja
un chevrolet 53
a 30 millas por hora,
en un freeway de Los Ángeles.
Los ojos deben permanecer
cerrados
hasta que la noche
tenga 24 horas,
la semana más de siete días
y no exista la palabra
desempleo.
Y entonces,
abres los ojos,
y quizá
encuentres la sonrisa
de ella.
Pero esto no significa
más que un categórico
saludo de hola,
quiúbole,
what's going on, ese,
porque también
en la plusvalía
hay
pasión.

Rubén Medina (1954)
Poetas de una generación 1950-1959
Selección y prólogo de Evodio Escalante
UNAM – Premia, México, 1988

Miércoles

Elegía

Imaginad un árbol con las ramas por dentro.
ahogado por su propia e imposible corona
y que cautivo lleva –aniquilándole–
el fruto no vertido de su sombra.
         Esto soy yo. La soledad sin brazos.
Un mar que, despertando, ya es arena,
muriendo solo bajo el mismo grito
que imaginó poner entre sus ondas.
         Yo venía
de ser raíz para subir a sueño,
de ser oscuridad a dividirme
en el sereno reino de mis hojas.
Subiendo estaba y encontré esta muerte
de no ser sino el árbol que encerrada
lleva su irrealizable primavera,
su fuerza inútil de imposibles ramas
que no verán jamás a las estrellas.
          Esto soy nada más. Raíz desnuda.
Un viaje que pensó que se movía
hacia el diáfano fuego de la rosa
y se quedó en su origen de ceniza,
más que nunca en la planta desde donde
creyó subir por la escalera angélica.
          Y estoy sintiendo lo que siente un sueño
cuando va a florecer y es despeñado
desde los mismos ojos que lo sueñan.a
          Soy la que nada poseyó. La oscura
desesperada soledad terrible,
quien jamás conoció sus propios brazos
ni los colmó de llanto y de dulzura.
         No se crea en la voz que se me escucha,
que no es ésta mi voz. Y este poema
no es siquiera una rama… No es siquiera
una sospecha de mi oculta sombra.
         Tan sólo quedó aquí del mismo modo
Que en la orilla del mar a veces queda
–testimonio de muerte y abandono–
el lúcido esqueleto de una perla.

Margarita Michelena (1917-1998)
Material de lectura. Poesía moderna. 128
Selección y nota de la autora
UNAM, México, 1987

Jueves

Uno

El campo y yo…

El campo y yo estábamos ya listos
para que tú y yo
pusiéramos la mano en una flor cualquiera.
Cada cosa en su sitio, sin nosotros,
equivale al desorden.
Va a terminar la tarde y nada tiene
ya que esperar el día.
Comienzan a cerrarse las ventanas
y los pasos resuenan ya sin nadie.
El espejo está fuera de la vida
y los muebles, vacíos,
comienzan a salir. Por las paredes
el tacto de la noche va pasando.
No tengo nada que decir. Regresan
las pálidas palabras:
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía,
agua de mis imágenes, tan muerta;
nube de mis palabras, tan desierta,
sombra de la implacable poesía.

Las Lomas,
junio de 1967

Carlos Pellicer (1897-1977)
Reincidencias. Obra inédita y dispersa
FCE, México, 1978

Viernes

“Mira los ojos muy cerca… las
pupilas son palomas de la paz”

Palabras de Frida [Kahlo] a
uno de sus alumnos.

Muero
no hay nadie que me asista
        Sólo esta criatura hambrienta
que deambula en mi cuarto
        Mis animales
observan desde el lienzo
        Cierro estos ojos secos
para abrir a la luz
otros más vastos.

Zelene Bueno (1965)
Claro de lunes
Taller Editorial La Casa del Mago
Guadalajara, México, 2017

Sábado

Verano

3
Nos hemos sentado a recordar los hechos
de un verano fatigoso.
La tarde es buena para encontrar brechas
en el tiempo.
Que nos lleve de la mano la heroica amargura.
Digamos poemas viejos, canciones rayadas,
palabras antes mágicas.
Neguemos que hay un hueco, un laberinto omnipotente.
         No sé cuántas veces me he despertado
con las piernas replegadas
y los puños cerrados.
En la orilla indecisa de la cama,
la figura en escorzo.
Pálidamente reclinada.
Todo el día que sigue a esa noche
los adjetivos se insurreccionan.
Saldo de ese día: una multitud de sustantivos
a la fosa común.
         La noche que sigue a ese día
estarás al lado de la figura
contando las miradas.
Murmurarás con los ojos bajos
Un conjuro de T. S. Eliot
el tiempo pasado y el tiempo presente…
… pasado presente…
la figura no escuchará nada.
La mañana que sigue a esa noche
nos reunimos, reuniremos,
estamos reunidos.
         Lo ves, poeta menor, hermano sin lugar
que ya no sabes quién eres.
Lo vez hermano nuestro solo,
ya están reunidas las sombras,
ya comienza la música.
Neguemos que hay un hueco, un laberinto omnipotente.

Hugo Gutiérrez Vega (1934-2015)
Las peregrinaciones del deseo
(poesía 1965-1986)
FCE, México, 1987

Domingo

Amarillo
en español, coreano y maya

Coreano 1
Me llamo “Amarillo”,
Hwangsaeg-ui,
Amarillo rayo de sol.
Canto y piel amarillo,

cabello lacio y sombrío,

ojos “chinos”, cuerpo de niño.
Pequeña línea rasgada,
ola solitaria,
paisaje pung-gieong,
mil vidas anónimas

Coreano 2
No culpo al blanco ni al negro

de vernos como los mismos.

Ellos viven su propio mundo.

Me llaman “chino, cuerpo de arroz,
hijo del diablo, piel de seda”.
Coreanos o chinos,
rostro amarillo,
mongoles o esquimales,
ojos rasgados

Me llamo Amarillo.

Coreano 1
Yo pescador Amarillo,
yo que cultivo
un nuevo mundo henequenal,
finca, hacienda,
camino, caminos blancos
sak-beh del olvido.
Cada mañana trabajo.
A sak-ki debo plantar,
cortar y ejecutar.
A sak-ki le peino hilos.

Coreano 2
Cambia la planta.

Cambia el mundo.
Hojas muertas,

espíritus blancos,

son el viento que se teje,
son el cielo que se tuerce.
Soga, soga, flota soga,
flota como yo en el mar,
yo pescador, yo que cultivo
yo que soy Amarillo.

Erika Torres. Éxodos. Una producción del Mérida Fest. Estrenada el 23 de enero
de 2019 en el Auditorio Silvio Zavala Vallado, del Centro Cultural Olimpo.


Piedra
en español y yoreme

Piedra que cae y se hunde
piedra que cae y rebota
piedra que vuela y se estrella
         Piedra de cenotes y de sueños
piedra de amores imaginados
piedra de nombres y de olvidos
         Piedra bacum, piedra vicam,
piedra ráhum, piedra belem.
         Annia Luute... yoowe...

yuku yo, bobok yo, kowak, kowak, kowak
dice la piedra en el mar,

kowak, kowak, kowak,

dice la piedra del monte.

Ay que frío, ay suspiro,

ay que viene la luna,

ay que me lleve al río…

Erika Torres. Éxodos. Una producción del Mérida Fest. Estrenada el 23 de enero
de 2019 en el Auditorio Silvio Zavala Vallado, del Centro Cultural Olimpo.

 


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