Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
Lunes
La hora
Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora, que tengo la carne olorosa,
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora, que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora, que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.
Después… ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. Oh, amante, ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Juana de Ibarbourou (1892-1979)
Sus mejores poemas
Editorial América, Madrid, 1930
Martes
Primavera de amor
Primavera de amor, la primavera,
por la que yo escalé tu claro cielo;
rama que yo toqué con mi desvelo
para alcanzar tu rosa, la primera.
Primavera de amor, cuánto quisiera
tu caricia de luz, música y vuelo;
retener en tu sílaba mi anhelo
y en júbilos llevarte prisionera.
Primavera de amor, agua de amores,
no olvides que en tu alondra de colores
vive mi sangre y muere consumida.
Dame tu flor, aquélla más querida,
la más hermosa, eterna de tus flores,
o la doliente y última en mi vida.
José Cárdenas Peña (1918-1963)
La elegía del amor
Ediciones La Rana, Guanajuato, 1996
Miércoles
Hoy amanecí un poco más loco
que de costumbre
he dejado atrás los días de la creación
la manía de escribir versos medidos
ni el versículo me sirve para comenzar el día
Para ganarme la vida cuidé y peiné lo mejor posible
las palabras de doctos y sabios de un Colegio
interpreté y reinterpreté sus textos
y símbolos como antiguo cabalista
y bien sabía que no era un guardián
más del jardín de las palabras ni tenía por qué serlo
Nací hace cuarenta y tantos siglos
y mi duda inicial se ha multiplicado mil veces
En los espejos donde me reflejo
veo el rostro del hombre que nunca soñé ser
he perdido ya mis rasgos de inocencia
y la ternura de otros días me la han cambiado
por una estúpida sonrisa triste y agria
Por si acaso hay otros días
guardo todavía dos o tres recuerdos junto al corazón
por los que bien vale la pena seguir viviendo
el rostro hermoso de mi mujer
la alegría de ver crecer a mi hijo
y la certeza de que un buen día he de morir
y por el bien de la humanidad
habré de ser olvidado por todos aquellos
que me odian sin saber por qué
Marco Antonio Regalado (1962)
A la sombra del tigre. Nueva cartografía de la poesía del mundo latino
Encuentro de poetas del mundo latino. Morelia 2003
Jueves
La enredadera
Recostado en la hierba del jardín,
me llamó la atención la enredadera.
Levanté con las manos la cabeza
para mirar su impulso de raíz.
Y supe que en su fuga se concentran
los ritmos de las sombras y un fluir
de insectos en las hojas. Comprendí
por ella la salud de la sorpresa.
Incorporé la espalda ante el prodigio
de la verde cortina vegetal.
Me sacudió su exuberancia en orden.
Y entendí su silencio primitivo,
su terca lentitud de oscuridad,
sus notas graves y su fuga enorme.
Víctor Manuel Mendiola (1954)
Vientos del siglo. Poetas mexicanos 1950-1982
Margarito Cuéllar, Mario Meléndez,
Luis Jorge Boone y Mijail Lamas
UNAM / UANL, México, 2012
Viernes
Pintura rupestre circa 2012
Frente a todos
En su rupestre desnudez
La cacería comienza
No preguntes
Quién es la víctima:
Es la que huye
Herida
Moribunda
Inútilmente tratando de escapar
No preguntes
Quién es el cazador:
Somos nosotros
Listos
Para repartirnos
Las sobras de la jornada
Sin rencores
Sin remordimientos
Con sangre en los labios
Gabriel Trujillo Muñoz
Periferia. Poemas (2010-2014)
Universidad Autónoma Metropolitana, México, 2016
Sábado
Tregua
(Una calca de “I want you all tonight” de Curtis Hairston)
Cada que me caigo de la mesa
me golpeo con la verdad.
Cada que me acuerdo, digo tonta
el horizonte será igual
siempre igual.
No poder
resistirnos a la burda tentación
de querer
exponernos como ejemplos en la cruz.
Pero ése es el problema,
han muerto los emblemas.
Tan débil
tu móvil
asomó por error
más dócil
que devil
tropezó con tu honor.
Si es tu show
también es tu drama.
Si es tu show,
a ver quién lo paga.
Ni de los mejores,
ni de los peores,
no hay comparación.
Quédate tranquilo,
yo voy a mi ritmo,
suelta esa tensión.
Y no, no gracias my friend,
que yo voy en otro tren.
Tania Carrera (1988)
Antología de letras, dramaturgia, guion
cinematográfico y lenguas indígenas
Jóvenes creadores del FONCA
2016 / 2017 primer periodo
Secretaría de Cultura, México, 2017
Domingo
De “Cómo tener y no tener una alondra”
[...] En fin, la conclusión a que deseaba llegar es ésta: para mí, la poesía es en un primer estadio una iluminación de cierto aspecto de la realidad que nos conmueve o sobrecoge. En este primer estadio, todos somos poetas. Luego, algunos resultan capaces de trasladar el aspecto iluminado de una materia a otra. En nuestro caso, de la realidad a la materia idiomática: el tránsito ha de ser hecho con tal delicadeza, que no se pierda ni una sola de las infinitas sugerencias vivas adentro de lo real, así como ni uno solo de sus múltiples significados posibles. Únicamente de esta forma se podrá llegar al tercer y último estadio en que el poema alcanza su consumación definitiva, la fase de la comunicación de lo iluminado, en que el lector, el otro sin el cual nada habría, re-crea la experiencia originaria a través de aquella misma sugerencia y significaciones, aún tibias de vida, que el poeta artesano guardó cuidadoso para él en el cofrecillo también vivo de la palabra.
Eliseo Diego (1920-1994)
Libro de quizás y de quién sabe
UNAM, México, 1993
Donceles #66,
Centro Histórico,
alcaldía Cuauhtémoc,
Ciudad de México,
06010.
(+52)55 5208 2526
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