Poema del día

Siete poemas para esta semana. Selección de Felipe Garrido

Domingo, 11 de Febrero de 2018
Por: Noticias

Lunes

De “Paseos involuntarios”

VIII

Sigue lloviendo
se abre el agujero de la misa
quiero pensar
que lo eterno es ridículo y deforme
junto a la flor de esta hora
pero adentro
una distancia más mojada
me golpea
huyo
me enredo en el cordaje del agua
ahora silenciosa
vacilo
me detengo y escucho:
la boca de la iglesia
me muge su hueca paz.

Reyna Armendáriz González
Estuario. Remotas estancias. Universidad Autónoma de Chihuahua
Colección Flor de Arena, 2005

 

Martes

Retorno del Quijote

De nuevo don Quijote volvió al solar hispano,
volvió a lucir su escudo, más loco, mucho más;
las turbas sindicales lo armaron miliciano,
¡no puede el buen Alonso ya nunca estar en paz!
Siguen robando a España los sórdidos venteros
de hinojos hoy al signo de un hijo de Sodoma;
y ha vuelto a armar a medio millón de caballeros
que miden sus aceros modernos contra Roma.
Alonso ya emplea otras armas en este duelo,
los tiempos lo obligaron a usar otros blasones,
su lanza ya no sirve para abatir el vuelo
con que a retarlo viene Berlín con sus aviones.
Y aunque por toda España su misma voz se extiende
e idéntica locura de ayer es la de ahora,
hoy lleva el puño en alto y en la trinchera enciende
la luz de la alborada con su ametralladora.
De nuevo, desafiando los más terribles sinos
su antiguo grito al mundo, frenético se asoma,
diciendo a los quijotes de todos los caminos
que ayer fueron las aspas de plácidos molinos
y hoy son sus enemigos las hélices de Roma.
Ha vuelto a sus andanzas en suelo castellano,
heroico en la derrota y heroico en la conquista;
después de convertirse del mundo en ciudadano
dispara en las trincheras
su rifle antifascista.
¡Lo vi en las barricadas, lo traigo en mis retinas!
Lo vi en Madrid de nuevo montado en su rocín
luchar contra las hordas salvajes y asesinas
del chimpancé de Roma y el monstruo de Berlín.

Madrid, año de 1936
Sansón Flores (1909-1966). Antología.
Selección, ordenamiento y notas de Tomás Rico Cano
Morelia, Gobierno de Michoacán, 1985

 

Miércoles

Tres epigramas de refugiado

El nombre

Un día Nueva España se hizo México. ¿Entraña
cambio el nombre en las cosas? Jamás muda su esencia.
Hombre, ya estás aquí. Con tu sola presencia,
para ti, vuelve a ser México Nueva España.

Mordida

Lo que una vez me arrebató la vida,
pan, trabajo y hogar, tú me lo has dado.
Sí; pero te has llevado
mi corazón entero, de mordida.

En el entierro de un amigo
con lluvia

Te vas. Tierra de México te ampara.
No lloramos. No llora el hombre fuerte.
No es llanto. Mansa lluvia el cielo vierte
y a nosotros nos corre por la cara.

Enrique Díez-Canedo (1879-1944)
Epigramas americanos de Enrique Díez-Canedo
México, Joaquín Mortiz, Editor, 1945

 

Jueves

Ulises demorado

I
Cuando el ciego fabulador
partía las frutas del lenguaje
comprendí
que ya no les importaba a Ulises y sus hombres
atajar el inútil descenso de las aguas
porque habían descubierto su naufragio.
Sólo tres círculos siniestros
sólo un brumoso silencio
quedó largamente flotando
cuando el mar se cerró sobre ellos.
Los marinos y sus barbas con pálido terror
intentaron mantener
la girante barcaza.
Después sin angustia recordaron
al devolver el cansancio de los remos
la irrefutable
exacta predicción de Tiresias
y el desmedido afán por desafiar
esas suaves sombras que esperan
en el vértice del embudo.

II
Cuando ya no recordemos
las hogueras de San Juan
y las generaciones antagónicas
sosteniéndose unas a otras
den el armazón histórico
a los innovadores del juego
que comparten a su pesar
las particularidades del mono y del ángel,
¡qué más dará
un Ulises demorándose un día o veinte años!
¡Qué más dará
si se articulan las pausas
hasta confluir en una chispa unitaria
que aún tardará en desvanecerse!

Myrta Sessarego
Roce de sombras
París, L’Harmattan, 2004

 

Viernes

Mañana que se demora en los ojos

El gato (único sobreviviente)
y libros que ganaron sitio en el estante
se quedarán conmigo;
todo lo demás saldrá de casa en unos días.
Aquí las cosas seguirán como siempre,
ya sabemos que el tiempo es el mejor abortivo.
Entonces el cuarto ensanchará su respiración
y el aire cubrirá las paredes lastimadas.
Pesan tanto las fotos que se vencen:
racimos de memoria sobre el suelo.
Esta mañana se demora en los ojos,
parece que el amor tiene un desvelo de meses.
Recuerdo que amanecimos solos
con los años golpeándonos la puerta,
abrazados a no sé qué esperanza
y no supimos si soltar el llanto
o preparar café
para que el tedio se nos despertara.

Ángel Vargas (1989)
Límulo, Fondo Editorial Tierra Adentro
México, 2016

 

Sábado

La luz en ristre

La creación está de pie,
su espíritu surge entre las blancas dunas
y salpica con hisopos inagotables
los huertos oprimidos por la bota de pedernal
o la fría insolencia de la noche.
Los colores celestes, firmemente posados en los vitrales,
esponjan siluetas de santos;
un resorte de yeso alza sobre el piso miserable
sombras que bracean con angustioso denuedo.
Y llama el cuerno mágico a las creaturas gastadas en el dolor
para que el vértigo maravilloso instaure su hora de resarcimiento
y la ceniza despierte animada en grises borbotones.
La única, espléndida, irresistible creación
está de pie como una osamenta enardecida
y sobrepasa todas las esclusas, toca en cada llama la puerta del incendio
y ensilla galaxias que un gran mago ha de montar,
cuando el espíritu patrulle por el alba
hasta encontrar los pilares del tiempo vivo.

Marco Antonio Montes de Oca (1932-2009)
Delante de la luz cantan los pájaros
Fondo de Cultura Económica, México, 1959

 

Domingo

¿Qué fue del tremor…

¿Qué fue del tremor
que ardía
hasta astillar?
Del temblor a la hondura
el paso del arrebato
es ráfaga del ya morarse
y no mirarse entonces
por el sobrado conocer
su presentir
Y a veces de tanto saberse
no ocultar
el rasguño del dolor
y cumplirse brasa
uno frente al otro
¿redime
no saberse?
¿y saberse de más?
No saberse
no saber de sí
no saber
sino del habitarse
en cuerpo luminoso
aunque ahora ya no ocurran cosas
y asalte el mundo y su rumor
Abre los ojos
Tócame
yo soy tu casa.

Mariana Bernárdez (1964)
Aliento
La Cabra / Cultura, México, 2017


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