Dicho popular que se usa para censurar la concurrencia a los velorios y situaciones análogas. Es más un juego de palabras con rima consonante entre sus partes. Variantes: "unos a la pena, y otros a la pepena" (F. 21, 64, 109, 116, 119 y 122); "unos vienen a la pena, y otros a la pepena" (F. 66, 90 y 132).