Es un dicho que en forma de dístico aconseja a no meterse en asuntos ajenos. El texto consta de dos versos relacionados entre sí mediante rima consonante el primero de los cuales no aporta absolutamente nada al sentido paremiológico: tiene sólo las funciones acústicas de la rima. Desde el punto de vista de su uso paremiológico este dicho se emplea en situaciones en que alguien se está metiendo en asuntos que no le incumben para instarle a no hacerlo. Variantes: "come camote y no te dé pena; cuida tu casa y deja la ajena" (F. 90, 116 y 122); "come camote, no te dé pena; cuida tu casa, deja la ajena" (F. 21, 27, 66, 110 y 132); "come camote, no tengas pena; cuida tu casa, deja la ajena" (F. 16).