Refrán popular que se usa paremiológicamente para señalar la responsabilidad de alguien en cualquier hecho culposo en que haya tenido alguna participación. Variantes: "tanto peca el que mata la vaca como el que le detiene la pata" (F. 12); "tanto peca el que mata la vaca como el que le tiene la pata" (F. 90 y 116); "tanto peca el que mata la vaca como el que tiene la pata" (F. 37).