Refrán popular, de corte sentencioso exclamativo, que se atiene al tópico de que sólo quien las ha experimentado conoce el calibre de las penas. Tiene el mismo sentido paremiológico que todos los refranes "sólo el que.." o "sólo el..." y análogos que en una gran variedad de imágenes expresan dicho tópico. He aquí algunos ejemplos: "sólo el que carga el costal, sabe lo que lleva dentro"; "sólo el dueño del petaca sabe lo que trae en ella"; "sólo la cuchara sabe lo que hay dentro de la olla"; "sólo el que carga el morral, sabe lo que lleva dentro". En este caso, la experiencia es la de estar muerto y escuchar los responsos del cura.