Dicho que expresa una realidad en la mentalidad popular que no perdona el sarcasmo hacia quien tiene algún defecto ostensible. Se usa en sentido paremiológico como respuesta a quien se queja del trato social que recibe. Tiene la forma, muy frecuente en el refranero mexicano, de una prótasis de tipo condicional y una apódosis que expresa la sanción prevista en el refrán si la condición se cumple.