Refrán ranchero que significa lo que enuncia. Tiene la forma de una instrucción. En sentido paremiológico se suele usar en situaciones consideradas como desenfrenadas: la lección dice que primer es el freno y después lo demás. La estructura acústica descansa en la secuencia illa que cierra la cesura en el primer hemistiquio y el último de los actosílabos. De hecho, el refrán consta de dos partes: la primera es un octosílabo con rima al mezzo en la cesura; la segunda, en cambio, consiste a su vez de dos octosílabos.