Dicho popular que significa lo que enuncia. Se aplica cuando alguien se niega a apostar en el juego o en las carreras de caballos. El dicho se basa en el doble sentido que la palabra "correr" tiene: el juego arranca a la voz de "¡corre!", "correrle" es un eufemismo para decir que alguien se ha echado para atrás en una apuesta.