Refrán popular que dice que quien se avoraza en el sexo matrimonial -eso es "adelantar vísperas"- debe hacerse responsable y afrontar la situación. El refrán se refiere a un contexto en el que en cosas del matrimonio y del amor el comportamiento "correcto" consistía en que el novio se casara con la embarazada e hiciera frente a todo lo que de ello derivara. Tiene la forma de una sentencia. Hay rima consonante entre el primero y segundo hemistiquios. Variantes: "quien vísperas adelante, que puje, cumpla y aguante" (F. 89); "quien vísperas adelante, que puje, cumpla y se aguante" (F. 4, 90 y 116).