Frase paremiológica que insta a no confundir una cosa con otra aunque se parezcan. La formulación paremiológica, sin embargo, más usada es la de una conminación sentenciosa a partir de la expresión "no hay que confundir" que tiene una serie de rasgos universalizantes al adoptar una forma de prescripción apodíctica. La formulación "no confundas", pues, reduce el texto paremiológico a una simple frase curiosa basada en la aliteración de los vocablos "enchiladas" y "chilaquiles".