Son varios los refranes del refranero mexicano que relacionan de alguna manera al caballo con la mujer: "a las mujeres bonitas y a los buenos caballos, los echan a perder los pendejos"; "al caballo, con la rienda; y a la mujer, con la espuela". También se la compara con los gatos, los perros, las mulas o los asnos El sentido literal de este refrán es evidente. Rubio lo explica así: "consejo que se da, seguramente, por los defectos que tiene el caballo que ha tenido muchos dueños y lo poco recomendable que es la muchacha que ha tenido sobradas relaciones amorosas". Se aplica, en general, a situaciones de desconfianza hacia alguien que ha corrido mucho mundo. Caballo y mujer, por lo demás, son asumidos como propiedad del hombre como otras cosas: "caballo, mujer y escopeta, a nadie se le prestan". El hierro y el noviazgo son para el refranero formas de pertenencia que crean lealtad.