Refrán popular que, en forma exclamativa, sentencia que en el juego del amor y en el de las cartas no hay que buscar ni la carta que no llega ni la mujer que se va. Quien haga lo contrario, dice el refrán, "es un cabrón" o, según una variante, un "pendejo". Variante: "mujer que se va y carta que se niega, cabrón el que las siga" (F. 90 y 132).