Refrán que enseña que hay que ajustarse a lo que se tiene mientras vienen tiempos mejores. En tanto que el bagre es un pez de tamaño relativamente grande -de cuatro a ocho decímetros de longitud- que en el habla popular mexicana se usa metafóricamente para designar a una persona tonta. El juil (del náhuatl xovili) es, en cambio, a decir de Santamaría, "un pescadito muy común, de los lagos del interior", que mide entre cuatro y diez centímetros. Por eso el refrán se usa también para indicar veladamente que hay que trabajar con la gente que se tiene a mano: ya llegará el tonto conveniente. El refrán tiene la forma de una obligación expresada por la expresión "hay que", elidida en el texto. Está estructurado en dos hemistiquios octosílabos sin rima.