Refrán popular originado en las luchas interétnicas arriba referidas, cuyo probable enunciador original es un criollo, que expresa una total desconfianza hacia el mestizo que se civiliza; el refrán lo trata de indio renegado y expresa un hondo desprecio. Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios. Variante: "mestizo educado, diablo colorado" (F. 35, 90 y 116).