Refrán popular que en forma declarativa significa lo que enuncia. A saber: que es una estupidez jugarse la vida a lo tonto. El refrán tiene una forma apodíctica: siempre "es de pendejos" jugarse el pellejo. No ofrece ninguna circunstancia. Se atiene al tópico ancestral "la vida es sagrada". Hay rima consonante entre los dos hemistiquios del refrán. Variante: "jugarse el pellejo, es de pendejo" (F. 66).