Refrán popular proveniente de las pugnas interétnicas del siglo XIX, probablemente, que pone en el mismo nivel al indio, al pájaro y al conejo de los que aconseja no tenerlos en casa ni de viejos. El objeto del refrán es obviamente el indio: el pájaro y el conejo entran sólo por necesidad de la rima consonante que hay entre sus hemistiquios. Variantes: "indio, pájaro y conejo, mudarle el pellejo" (F. 5); "de indio, pájaro y conejo, ni el pellejo" (F. 5); "indio, pájaro y conejo, no conocen gratitud" (F. 116).