Dicho popular cuyo valor más importante parece residir en la posible gracia verbal que encierra mediante la rima consonante, sobre todo, entre "nalgón" y "ladrón". Es una caracterización, como dice Rubio, "no más porque sí". Este tipo de dichos, salvo por su gracia, no hacen bien a los refranes que verdaderamente desempeñan en el argüir cotidiano una función entimemática.