Es uno de los muchos refranes sobre tarugos o pendejos del refranero mexicano. Desde luego, los rasgos por los que aquí son definidos son totalmente arbitrarios: brindar con el dependiente de una tienda, montar sin barboquejo o bailar con la propia mujer. El mismo refranero da otros rasgos: como se ve en refranes del tipo de "con tarugos, ni a misa, porque se voltean pa'l coro" o "con pendejos ni a bañarse, porque hasta el jabón se pierde. Probablemente, el sentido paremiológico del refrán haya que buscarlo en el tarugo de la tercera clase: el que baila con su mujer. El refrán serviría, entonces, para aconsejar andar con otras mujeres, cuando se pueda. Variantes: "con pendejos ni a bañarse, porque pierden el jabón" (DR1: 101 y DD: 70), "con tarugos ni a bañarse, porque hasta el jabón se pierde", "con los tontos ni a bañarse, porque hasta el jabón se pierde".