Refrán popular que en sentido directo dice lo que enuncia. En sentido paremiológico, en cambio, se aplica a situaciones aparentemente normales cuyo interior, sin embargo, es un verdadero horno. El refrán contradice el tópico "como el exterior, el interior" y van en el sentido de refranes como "las apariencias engañan" para sostener, en cambio, que las cosas no son como aparecen y que no todo lo que se ve es. El refranero mexicano, como hemos visto, sostiene dos principios contradictorios: "las apariencias engañan" a que se suscriben estos refranes, por una parte, y "las apariencias no engañan del todo", por otra. A este segundo caso, se refieren refranes como "la carta por el sobre se conoce" o "por las hojas se conoce el tamal que es de manteca". En un caso, pues, los refranes se atienen al tópico de que lo que cuenta es el interior y otros lo contradicen. Variante: "hay casas q