Refrán popular de tipo exclamativo que se atiene al tópico de "lo importante es estar bien con el que manda". Varios refranes, por eso, insisten en que las cosas hay que arreglarlas con quien manda. El mismo tópico, en efecto, subyace a dichos gnómicos como: "hablo con el dueño del atajo, no con las cabronas mulas"; "hablo con la dueña del burdel, no con las pinches putas"; "hablo con el dueño del circo, no con los pinches payasos". La imagen del guardián parece tomada del ámbito conventual.