Refrán popular de origen ranchero que en forma sentenciosa significa lo que enuncia: una simple constatación indirecta de un hecho banal mal estructurada introducida por un "dicen". Una variante de este refrán circula más profusamente: "hay veces que nada el pato, y hay otras que ni agua bebe" se usa, en cambio, para indicar que los tiempos son diferentes y que dependiendo de ellos suceden a veces unas cosas y a veces, otras.