Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa, asienta lo que enuncia: que la mula siempre será como es su naturaleza. En sentido paremiológico se usa para sancionar cualquier asunto de terquedad en que los implicados sean gente con prestigio social: el que es terco siempre lo será dedíquese a lo que se dedique. Variante: "la mula qu'es malhora, ni que la carguen de santos" (F. 106).