Refrán ranchero que en forma exclamativa dice que cuando se está de buenas todo se da bien. Para expresar su sentido paremiológico este refrán y los que como él están estructurados con la misma lógica argumentativa, emplean la figura de un colmo para indicar que en buenos tiempos todo funciona bien y tienen lugar cosas fantásticas que no deberían de ocurrir. Tiene el mismo sentido paremiológico, pues, que refranes como "cuando el temporal es bueno, hasta los vaqueros paren" o bien "cuando el garañón es bueno, hasta los vaqueros se ubran". Variante: "cuando el tiempo ayuda, hasta los troncos secos retoñan" (F. 90, 116 y 122).