Refrán de uso popular que significa que cada quien alaba sus cosas. Tiene el mismo sentido paremiológico que "cada viejo alaba su bordón". Estos refranes se basan en un molde paremiológico español de vieja tradición como se ve en refranes como "cada buhonero alaba sus agujas" o "cada ollero alaba su puchero". Este último, ha aceptado un parche mexicano en la forma "cada ollero alaba su olla, y más si la trae quebrada" que tiene como escenario supuesto un ollero en acto de vender su olla.