Refrán popular que significa lo que enuncia. Se usa, en sentido paremiológico, cuando alguien pregona algo antes de hacerlo. El dicho tal cual circula actualmente parece haber perdido el ritmo. La estructura actual, tanto métrica como formal, del refrán es producto de una cultura que ha dejado de ser oral. Ya no hay en él sentido del ritmo. De hecho, remite a una forma del tipo de "fácil es cacaraquear, lo difícil es poner" en que hay una simetría tanto entre "fácil es" frente a "difícil es", como entre "cacaraquear" y "poner". La forma es la de una sentencia declarativa.