El personaje que está detrás del refranero mexicano es desconfiado: le gusta mucho más lo que está realmente en su poder que lo que, aunque al alcance de su mano, es sólo una posibilidad: no importa lo cerca que esté de ella. Por eso: "más vale guajito tengo que acocote tendré"; "más vale pájaro en mano que un ciento volando".