Dicho de puerqueros que tomado literalmente significa lo que enuncia y en cambio, paremiológicamente, se usa generalmente en el ámbito político para aconsejar que no hay que hacer caso de ciertas protestas procedentes de quienes se sienten oprimidos por algún tipo de autoridad. Tiene la forma connativa de una orden o de un consejo Variantes: "aunque más grite el cochino, no hay que aflojarle el mecate" (F. 98); "aunque te chille el cochino, no le aflojes el mecate" (F. 90 y 116); "cuando chilla el cochino, no hay más que aflojarle el mecate" (F. 49); "donde chilla el cochino, se le suelta el mecate" (F. 5). De este refrán hay dos tipos de variantes. El primero de ello quiere que cuando el cochino chilla hay que soltarle el mecate; el segundo, en cambio, dice exactamente lo contrario: que aunque chille el cochino no hay que soltarle el mecate. La tradición paremiológica más sólida