Refrán ranchero en estilo tradicional que aconseja, según Rubio, a tener al caballo alazán "siempre listo", aunque "colgar el caballo" signifique, según el mismo Rubio, tenerlo "sujeto por el cabestro a una argolla que pende de algún muro". Se usa, por lo general, sólo en su sentido directo. Formalmente, es una sentencia apodíctica estructurada en dos hemistiquios rimados.