Refrán que expresa el trato que, a juicio de cierta clase social, ha de darse a la mujer. Se toma como ejemplo base para argumentar el trato que se ha de dar a la mujer, el trato al caballo. De los dos símbolos de dominio -la rienda y las espuelas- que se asumen análogos, las espuelas es más rudo, cruel y doloroso: el refrán expresa, por tanto, una idea de la relación hombre-mujer posiblemente ranchera y, en todo caso, ofensiva. Está estructurado a la manera de los refranes mal - remedio. Variante: "al caballo, con la rienda, y a la mujer, con la espuela" (F. 35 y 90).