Refrán ranchero cuyo simbolismo está tomado de las carreras de caballos y cuyo sentido paremiológico es el mismo del refrán "el que es gallo dondequiera canta". Ambos se atienen al tópico de que el competente no se interesa por los pequeños detalles. El "lado de la vara", en las carreras de rancho, suele ser el lado derecho. Variante: "no importa al buen corredor dar el lado de la vara " (F. 90 y 116).