Dicho exclamativo que se usa en contexto de una discusión con gente de segundo rango. El refrán dice que lo principal hay que tratarlo con la gente principal, los demás con los segundones. Es la formulación mitigada de un refrán que dice "agua le pido a mi Dios, y a los aguadores, nada" (F. 70 y 132). Tiene la estructura métrica de dos versos octosílabos, sin rima. El ritmo predominante es dactílico en el primer hemistiquio y trocaico en el segundo. Variante: "agua le pido a mi Dios, y pulque a los llanos de Apan" (F. 49).