Refrán popular que expresa la convicción popular de que al ser humano no le faltan preocupaciones que vienen, si no de los hijos que Dios le dió, sí de los cosijos o hijos postizos que también le vienen de Dios. Algunas variantes suyas atribuyen los cosijos al diablo: "a quien Dios no le da hijos, el diablo le da cosijos" (F. 113); "si Dios no te diere hijos, te dará el diablo cosijos" (F. 37). Otra variante: "el que no tiene hijos, tiene cosijos" (F. 90 y 122).