Refrán de índole tradicional en la cultura hispánica que forma parte de los refranes de excepción que a través de un ejemplo colmo suscriben el tópico de que hasta el mejor se equivoca alguna vez. Es un refrán excusa porque argumenta a favor de alguien que se equivoca: su forma, por tanto, habría sido "hasta a la mejor cocinera..." con la preposición "hasta" elidida al principio. El hecho de que una cocinera experta cometa el error, garrafal en su oficio, de dejar quemar los frijoles, parecería excusar los errores eventuales de alguien habitualmente competente.