Refrán popular que funciona como una declaración sentenciosa que Rubio pone en boca de las madres hablando a sus hijas "para dar a entender que a donde van éstas tienen que ir aquellas, a fin de que no les falte ni el cuidado ni la vigilancia que son indispensables en medio de los innumerables peligros a que se ven expuestas las mujeres". Tanto el refrán como la explicación de Rubio son productos de un medio social mexicano hoy ya muy distante.