Refrán criollo que establece que, como dice Rubio, "las faltas o los defectos de los indios, deben ser corregidos por los criollos, por la dureza con que éstos trataban a aquellos." Metafóricamente, se usa en el sentido de que todo mal tiene su remedio. Está estructurado en dos hemistiquios hexasílabos paralelos y sin rima, sobre el trasfondo de las pugnas interétnicas novohispanas afronta, según el esquema mal -remedio y en forma de una receta, las pugnas entre indios -el mal- y criollos -el remedio- . El tópico a que se adscribe el refrán es el de que "no hay mal sin remedio"; el topos, en cambio, presenta a un criollo invencible en su lucha contra el indio bajo el lema de "a mayor resistencia mayor dureza".