no hay cuervo que no sea negro
no hay cuidado de la reata, la argolla es la que rechina
no hay cusca ni ladrón que no tengan su santo de devoción
no hay dolor como el dolor que calla
no hay dolor que al alma llegue, que a los tres días no se quite
no hay gañote que no sea codo
no hay gavilán gordo, burro calvo, ni coyote barrigón
no hay general que resista un cañonazo de cincuenta mil pesos
no hay gorrón que no alabe al anfitrión