al muerto y al consorte, a los tres días no hay quien los soporte
al no, ni los balazos entran
al nopal lo van a ver, sólo cuando tiene tunas
al pasar el río, "¡ay, santito mío!"; pero ya pasado, santo olvidado
al que comercia en canastas, nunca le faltan tompiates
al que es dulce, se lo comen las hormigas
al que ha de ser charro, del cielo le cae el sombrero
al que ha de ser panzón, aunque lo fajen de chico
al que hace más, se le agradece menos