Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
SABEMOS QUE UN PREFIJO es una preposición o una partícula que se antepone a una palabra, llamada base, para formar una palabra derivada (por prefijación): conceder, desaparecer, extraer, promover... Entre este tipo de afijos, que explican los tratados de morfología, aparece el prefijo re-. Los significados que solían asignársele eran los siguientes: 1) repetición (reconstruir), 2) movimiento hacia atrás (refluir), 3) intensificación (recargar), 4) oposición (repugnar), 5) inversión del significado (reprobar). Ya en la decimoquinta edición del DRAE aparece un nuevo sentido: "encarecimiento, como en realegrarse". Aunque con un ejemplo poco afortunado, se hacía allí mención a un empleo de re- absolutamente generalizado en el español mexicano, que en las siguientes ediciones de ese diccionario será mejor explicado. En efecto, en la decimonovena edición se cambia el ejemplo y se anotan (en lugar de realegrarse) los adjetivos rebonita y resalada.
        Creo que el prefijo re- con el significado de 'encarecimiento' se antepone sobre todo a adjetivos y adverbios (rebonito, rebién, refeo, repoquito...). Incluso puede anteceder a oraciones como en el siguiente caso: —¿Existe ese pueblo? —Rete que existe. Sin negar que con este sentido se emplee en el español de España (y en general en cualquier región hispanohablante), tengo la impresión de que tiene mayor vigencia en el español hablado en México. Es característico del habla popular y casi no se emplea en la lengua escrita.
        En la edición vigésima primera del DRAE (de 1992) se suprime la acepción de 'encarecimiento' y se añade el siguiente texto: "con adjetivos o adverbios, puede reforzarse el valor de intensidad añadiendo a re- las sílabas -te o -quete: retebueno, requetebién". Aunque no se señala nada al respecto, creo que se trata de formas prefijales que también son mucho más frecuentes en el español mexicano que en el de otras partes. Esto lo había notado ya hace tiempo un filólogo español, Manuel Alvar, en su Morfología histórica del español: "el valor de energía que puede tener re- se acentúa en composiciones familiares del tipo rete- o requete-; el primero, menos intensivo que el segundo, tiene uso generalizado en el español de Méjico (retebueno, retemono, retelejos, retealegrarse, retecristiano)" (p. 356). Alvar, a su vez, se apoya en Santamaría, que en su Diccionario de mejicanismos había escrito a propósito de re-: "partícula de encarecimiento, que en el habla popular ha tomado el valor exacto de muy: regrande, rebueno, refeo. Para un encarecimiento mayor o segundo encarecimiento, se junta a te, y decimos retebién, retealegre, retecontento; y para el tercer grado o máximo superlativo, le agregamos que al conjunto, y así tenemos requetebueno".

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